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LOS NUEVOS DISPOSITIVOS DETECTAN UN TURISMO A 143 KILÓMETROS POR HORA EN EL TÚNEL DE BEIRAMAR

Jóvenes que circulan a gran velocidad por la subida al Cuvi destrozan un radar

La Policía Local les sigue la pista después de que rompiesen una cabina con un martillo.

Redacción / VIGO

Una de las cabinas que alberga los nuevos radares colocados por el Concello resultó seriamente dañada y el dispositivo hubo de enviarse a reparar. El hecho ocurrió, según fuentes de la Policía Local, hace días en el vial de acceso a la Universidad, desde Castrelos.

El acto vandálico habría sido cometido, según las mismas fuentes, por un grupo de jóvenes a los que ya les siguen la pista y que circulan a velocidades muy superiores a las permitidas por el mencionado vial.

Para efectuar el destrozo, los autores se valieron de un martillo, que abandonaron en el mismo hueco que practicaron en la cabina, una vez roto el mismo. Los agentes que acudieron al lugar obtuvieron las huellas digitales para identificar a los autores. El dispositivo del radar hubo de ser enviado a reparar, según las mismas fuentes, con un coste estimado de unos 6.000 euros.

El concejal de Seguridad, Antonio Coello, reconoció que sí se había producido la rotura del cristal de los orificios de la cabina que sirven para que el dispositivo del radar compruebe las velocidades a las que circulan los vehículos. De hecho, las pintadas y las roturas de los cristales se producen desde hace semanas, sobre todo en las cabinas que están colocadas la periferia del casco urbano, como en la citada subida al Cuvi o las avenidas de Europa y de Samil.

El plan municipal de radares fijos cuenta con tres unidades que irán rotando por cada de una de las cabinas que, en un número próximo a la veintena, han sido instaladas en distintos lugares de la ciudad.

Los radares se encuentran todavía a la espera del certificado de la calibración que permitirá cursar las denuncias de las infracciones que detecten.

Mientras, continúan las mediciones de los aparatos, que solamente sirven para identificar a los vehículos que sobrepasan la velocidad permitida, sin poder sancionarles con sólo esa prueba. Hace dos noches, una de esas mediciones detectó a un turismo que circulaba por el túnel de Beiramar a una velocidad de 143 kilómetros por hora.

Pues yo, con 100 eurines hice la fiesta, y una instalacion para quitarse el sombrero, en Vigo claro.